EL LEGENDARIO MÚSICO Y PRODUCTOR BILLY BOND CALIFICÓ DE “DINOSAURIOS QUE MERECEN RESPETO” A COLEGAS SUYOS COMO PAPPO, LUIS ALBERTO SPINETTA O CHARLY GARCÍA, PERO CONSIDERÓ QUE “HAY GENTE NUEVA A LA QUE HAY QUE APOYAR Y DARLE UN LUGAR”.
“¿Quién toca mejor que Pappo? ¿Quien compone mejor que Luis? ¿Qué bajista tiene más huevos que Alejandro Medina? Claro que tenés que renovar y darle lugar a gente nueva, pero cuidado con toda esta otra gente. Ellos merecen respeto y si te ponen una pata encima, como los dinosaurios, te destrozan”, dijo el líder de La Pesada del Rock and Roll, en diálogo con Télam.
En este punto, el músico reconoció que “debe de haber por ahí un aprendiz de dinosaurio al que hay que alimentar, pero a veces los dinosaurios son un poco egoístas y no aceptan dejar su lugar”.
Billy Bond, figura fundamental del rock argentino en su rol como músico, productor, descubridor de talentos e incluso socio de la legendaria “Cueva”, aportó su visión a la polémica mediática instalada en los últimos días en torno al nivel artístico del género en la actualidad.
En línea con la comparación realizada, el intérprete de canciones como “Salgan al sol” y “Tontos” remarcó que el grupo que comandó a principios de los ’70 era “una manada de dinosaurios que cuando atacaba no quedaba nada en pie, por donde pasaba no crecía el pasto”.
Sin embargo, Billy Bond consideró que existe una gran diferencia entre el sonido de los discos producidos en formato analógico y los registrados de manera digital, al puntualizar que “todo lo que se escucha hoy está como pasteurizado”.
“Es como comer una pizza recién amasada y salida del horno, y una calentada en un microondas. Las dos salen calientes, pero no es lo mismo”, graficó el músico, quien explicó que “antes se resolvía todo en pocos canales y tenías que tocar bien, hoy todo se arregla con una aplicación en una computadora”.
A pesar de las observaciones realizadas, el músico reconoció que el artista de rock “tiene un cierto orgullo a diferencia de todos estas figuras latinas, que todo lo que hacen suena a sintético”.
“El roquero tiene un cierto garbo. Las ganas que tienen los chicos hoy deben ser las mismas ganas que teníamos nosotros. En el fondo, todos empezamos porque queríamos gustar a las chicas. Después aparece el oficio y aplicás toda tu seducción para conquistar a la audiencia”, dijo.
Y añadió: “Ahí entra en juego la hipnotización. El Indio (Carlos Solari) es un gran hipnotizador, por ejemplo. Consigue que vayan miles de personas a sus recitales y capaz que esa gente no lo ve, ni lo escucha si está muy lejos. Pero va igual y participa del show”.
Como ejemplo, Billy Bond también citó a Spinetta y afirmó que él había encontrado la manera de “quebrarlo cuando quería encantarte con su hipnotismo”.
“Luis tenía un hipnotismo impresionante con su cara de Stan Laurel. Yo había descubierto que para quebrarlo había que ir con agresividad, porque era un ser tan sensible que se desarmaba cuando lo atacabas de esa manera”, contó entre risas el líder de La Pesada, quien se emocionó al evocarlo como “un gran amigo”.
Nacido bajo el nombre de Giuliano Canterini, en Italia, Billy Bond fue una figura clave en los inicios del rock argentino, a partir de su intervención como cantante en varios grupos de música beat y luego como promotor de otros artistas.
Su rol como director artístico de la mítica Cueva, local ubicado en la Avenida Pueyrredón al 1700 que albergó al incipiente movimiento roquero de fines de los ’60, y como co-fundador del sello Mandioca, junto al empresario Jorge Álvarez, ofició de plataforma para el rock argentino.
En su papel de productor, Billy Bond impulsó la carrera de artistas como Charly García, David Lebón, Raúl Porchetto, entre otros.
Frente a La Pesada del Rock and Roll, el músico creó un espacio abierto por donde pasaron artistas como los ex Manal Claudio Gabis y Alejandro Medina, Pappo, Spinetta, Vitico, Jorge Pinchevsky, Kubero Díaz, Pomo y Black Amaya.
Esta banda ofreció una alternativa de rock más duro al que solía escucharse por estos lados y sirvió de acompañamiento para los emprendimientos solistas de cada uno de los músicos que pasaron por allí.
Tras un recordado incidente entre el público y las fuerzas de seguridad en un festival brindado en el Estadio Luna Park, en 1972, La Pesada del Rock and Roll sufrió censuras y persecuciones que limitaron sus actuaciones.
Finalmente, ante el avance las acciones represivas en la Argentina, Billy Bond se exilió en Brasil, en donde se convirtió en uno de los productores de espectáculos más importantes, además de brindar la logística para que el recordado grupo Serú Giran diera los primeros pasos de su carrera.
Radicado en Brasil desde entonces, la visita a la Argentina de este artista responde a la posibilidad de volver a contar con los derechos de su propia obra, gracias a la gestión realizada por el Instituto Nacional de la Música (Inamu), que recuperó el catálogo de unos 1500 discos que estaban en poder de la quebrada discográfica Music Hall.
De esta manera, Billy Bond vuelve a tener los derechos sobre los cuatro discos editados por La Pesada del Rock and Roll, entre los que se encuentra “Tontos”, una “operita” que es considerada una obra de culto y que cuenta con algunas “rarezas” como la intervención del cómico Jorge Porcel cantando un bolero.
“Mi idea es hacer una especie de caja con esos discos; un libro, para lo que ya firmé con una editorial y hablé con algunos periodistas amigos; y algún vinilo como bonus track”, explicó.
Sin embargo, aclaró que deberá trabajar para conseguir las cintas porque no están en su poder ni existe la certeza de que se encuentren en buen estado en algún depósito judicial.
“Por suerte, hay cosas que están en mano de coleccionistas. Hay gente que tiene copias o vinilos originales intactos, entonces se puede hacer un trabajo de remasterización sobre eso”, explicó.
“Es extraño. Los únicos discos de rock que realmente nunca se reeditaron fueron los de La Pesada y no se consiguen en ningún lado. De otros artistas salieron ediciones, pero de esto no porque como yo no estaba en el país, no estuve encima de los productores para que editen esos discos. Por esto, hay una ansiedad en el público por estos lanzamientos”, concluyó.
Fuente: Telam