Hay tanto por decir de esta novedad del 7mo arte que llega a Mendoza, que vamos a empezar por el nombre: “Osvaldo”. La película se llama así en honor al gran Osvaldo Pugliese, quien además de ser pianista, compositor y director de orquesta de una excelencia pocas veces vista, fue un artista que marcó un modo de hacer y vivir el tango. Su particular mirada de la música que nos distingue en el mundo, dejó un sello perdurable en tanto legado artístico y posicionamiento ético, poético y político en las generaciones venideras. ¿Cómo no hacer una película?

Pero, justamente, “Osvaldo” no es una película entendida bajo los estereotipos industriales, ni del “mainstream”, e incluso tampoco del “under” cinematográfico. La “Osvaldo” tiene su propia forma, su propio movimiento y lleva su propio proceso. La película es un homenaje y reconocimiento, a la vez que una búsqueda de esta variedad de huellas y tramas colectivas, y lo hace mediante el registro de las distintas expresiones tangueras en sus lugares de origen y manifestación, la recopilación de testimonios y el uso de material de archivo.

“Una de nuestras metas con la peli es mostrar los diferentes paisajes de Argentina y la diversidad del tango que existe en ellos. Porque como elemento vivo, el género no solo se transformó en cada territorio, sino que continúa haciéndolo a través de las generaciones y los cambios sociales. Se pueden percibir ciertas diferencias que se reproducen en las zonas de Argentina, pero al final en su esencia es tango. Es un abrazo que unifica y funde en uno, toda la pluralidad que existe”, cuentan los realizadores cuando presentan el proyecto.

Mucho más que una película

El proyecto involucra el recorrido en motorhome por 13 provincias de la Argentina. La importancia de esta amplitud y extensión del viaje y la posibilidad de contar con los propios recursos de traslado es crucial para la película. El leitmotiv es ser pantalla de una propuesta federal del tango mostrando la belleza y diversidad de los paisajes de Argentina, lo cual la convierte en un bien turístico y cultural argentino.

La filmación implica el acercamiento a la localidad de cada artista, priorizando la visibilidad de su propio escenario y completando el equipo técnico con trabajadoras y trabajadores audiovisuales de cada provincia. Y ahora el motorhome de Osvaldo se estaciona un ratito en Mendoza.

La idea es armar una milonga y con lo recaudado continuar viajando y filmando. Por lo tanto el próximo sábado 30 de septiembre de 22 a 4 se invita a la la comunidad en general a acercarse a la milonga para disfrutar del tango, una cena con amigos y abrazarse en el Centro Asturiano, Av. Godoy Cruz 249-Ciudad. La entradas anticipadas tienen un valor de $1500 y se puede reservar haciendo el pago al alias: laosvaldomendoza. Conservá el comprobante para mostrarlo en la puerta.

Ruta de rodaje

Actualmente el proyecto se encuentra en etapa de rodaje, pero además continúa la búsqueda de financiamiento y la preproducción para la siguiente parada de filmación.

El camino de Osvaldo se inició en Catamarca, el rodaje comenzó en el motorhome por el Shincal donde registraron el trabajo de grandes artistas catamarqueños. Luego, el Sur argentino, donde recorrieron parte de la Patagonia. Visitaron Neuquén, Bariloche y San Martín de los Ándes y el Volcán Lanin. Más tarde fue el turno del norte argentino, aquí estuvieron filmando en Santiago del Estero, Salinas Grandes, San Antonio de los Cobres, y Tafí del Valle.

Por supuesto, no podía faltar Buenos Aires, ahí registraron La Casa del Tango y a la familia Pugliese. Córdoba también forma parte de la película, en la provincia del Fernet se registraron danza y testimonios de la escena tanguera cordobesa. En Chilecito (La Rioja), filmaron la convivencia del tango con las luchas sociales.

Mendoza es otro de los destinos de rodaje de la película ya que para los realizadores de la película la provincia de Los Andes es un destino obligado por la gran comunidad tanguera que se encuentra en el territorio. La parada siguiente fue Luján, (Bs.As), en esa localidad entrevistaron a la esperada Beba Pugliese, en su casa familiar. En Paraná (Entre Ríos) continuaron registrando danza y comenzaron a grabar escenas de ficción.

También la localidad de Bombal, Santa Fe, figura en la película ya que allí entrevistaron a Titi Carbonari, una de las llamas que mantiene vivo el tango en esa provincia. En San Jerónimo Sud (Santa Fe), realizaron la ficción de los primeros años de Osvaldo Pugliese. Por su parte, en Rosario, pudieron charlar con dos grandes hacedores del tango: Gerardo Quilici, coleccionista, historiador y docente. Y “Pepe” Grimolizzi, productor musical responsable de las visitas de Osvaldo Pugliese a Rosario y a pueblos aledaños. Y continuaron retratando parte de la historia de Pugliese, sumando importantes iconos como el potrero, el ferrocarril y el Che Guevara, fundamentales en la militancia de Osvaldo.

En Buenos Aires también retratan varias obras de Pugliese plasmadas en las calles porteñas. Participó en este rodaje Carla Pugliese con su bandoneón, Jesús Mela y Martín El Chili. No quedó nadie afuera, entrevistaron también a Vanina Bilous, bailarina de Pugliese. Y en el tradicional bodegón «Las abuelas», registraron música de la mano de Cucuza Castiello y Nico Trono.

Todos estos lugares y entrevistas estuvieron marcados por la búsqueda de mostrar al tango en su mejor faceta: la de ser una danza popular. “El tango acompaña los cambios que vivimos como sociedad. En este momento por ejemplo, la invitación es a que los roles predefinidos se disuelvan para dejar lugar a que cada quien pueda guiarse por el deseo y la libertad de posicionarse en donde mejor se sienta”, dicen desde el equipo.

Hay equipo, aquí y allá

“El equipo estable que lleva adelante Osvaldo tiene, en esencia, una conformación por roles y acciones llevadas adelante. Esto es así por impulso, trayectos y experiencias, y porque también se considera importante organizar el plano del deseo. Pero está también lo inevitable, está el movimiento y lo que hace a un colectivo… entonces, a veces, una bailarina gestiona los viáticos; el director de cámaras cocina para el equipo técnico; el fotógrafo lava la motorhome; el co-director edita un video para las redes sociales; la comunicadora peina y maquilla al bailarín; el conductor deviene asistente de cámara y la co-guionista baila toda la noche en la milonga”, explican.

Aún así, el equipo se maneja con algunos roles principales:
Viveka Alejandra Cáceres: Guión, Dirección y Producción general
Nicolás Artín: Guión, Dirección y Producción general
Paricio Arpini: Productor asociado y Movilidad
Juan Manuel Durán: Cámara y Edición
Mariela Carbonari: Dirección de Arte
Olivia Color: Foto Fija y Comunicación
Además de colaboradores ocasionales y los más de mil artistas que de alguna u otra manera forman parte del proyecto.

Si llegaste hasta acá y querés saber más de las andanzas de este equipo, podés visitar su sitio web: www.osvaldolapelicula.com y/o seguirlos en las redes sociales: @osvaldo.lapelicula en Youtube, Facebook, TikTok e Instagram.