Desde La Inundación, repudiamos la vandalización de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo. 

Como sitio de cultura independiente y autogestivo, repudiamos los actos criminales que sucedieron el día de ayer (jueves 16 de noviembre) en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. No es el hecho de “pintar una pared” lo que preocupa, indigna y repudiamos; es la violencia que entraña la amenaza. 

El día jueves 17 de noviembre, la casa de estudios de Ciencias Sociales amaneció con pintadas en su fachada. “Se les termina la joda, roñosos”, “Chau parásitos progres y feminazis”, “Zurdos de mierda”, fueron algunas de las frases que opacaron el frente de la Facultad de Políticas. Entendemos que las pintadas y las frases son un ataque al pensamiento disidente, a las ideas diferentes porque se realizaron en una institución donde justamente tiene como finalidad la reflexión política en todos sus sentidos.  

Pintadas amenazantes en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. UNCuyo.

Es comprensible, y compartimos, el enojo por el contexto socio-cultural, económico y político que estamos viviendo; pero de ninguna manera consideramos que el camino sea la destrucción de la diferencia, la violencia y la amenaza. Atacar una institución que se dedica al estudio, a la formación, a la reflexión política sólo porque quienes sostienen ese espacio (estudiantado, docentes y personal de apoyo) no comulgan con un partido político determinado es una salvajada. Y es un acto delictivo que debe ser condenado. 

Ya sea por la historia reciente de este país (40 años no es nada) o por reflexión, es que consideramos que la construcción de una sociedad no puede ir detrás de premisas extremistas y violentas. Consideramos que sólo es posible construir una sociedad desde la construcción que permite el diálogo, la escucha respetuosa del pensamiento diferente, y el estudio. Además, creemos que son éstas las mismas bases que hacen posible que exista tanta cultura en estas tierras, porque es en la diversidad de pensamiento en donde fluye la creatividad. Sin el permiso y la tolerancia para la diferencia no existirían los diferentes estilos de hacer arte, y la variedad de artistas que tan orgullosamente tenemos. Sin éstas bases, se acaba el arte, se ahoga la expresión y con ello la esperanza y la alegría de vivir. 

Es por estos motivos que llamamos a detenernos firmes ante la violencia, condenarla pero sobre todo evitarla. Como país, estamos ante un momento histórico de suma importancia, las consecuencias de nuestra decisión, en este contexto, son vitales. La política no es sólo partidaria y contamos con múltiples herramientas para la transformación sin necesidad de la violencia y los discursos extremos. Nunca creció tanto la cultura de un país bajo democracia, en los periodos en donde la libertad de expresión y el respeto por ello está a salvo.

Deseamos, de corazón, movidos por el arte que nos da sustento y razón de vida, que este domingo elijamos el camino menos violento y extremo. El voto en las urnas y la política en las calles, en los escenarios y las intervenciones artísticas.